Vários aspectos das suas vidas se associavam à cor azul. Para começar, o fumo denso que, como serpentes, subia dos seus cigarros para o tecto da divisão da casa. Depois, vários indícios foram lentamente emergindo, como bolhas de ar num denso molho em preparação. Primo, a melodia que A. escutava na telefonia. Secundo, o mostrador do relógio de pulso que T. acabava de estrear. Tertio, a face estupefacta de D. Na manhã seguinte as autoridades punham em curso uma nova investigação.

Pitonisa de Neptuno avistata en La Habana

La calle de la antigua fábrica de aceite (o era acero?)
Con un ticar de un muslo, que asomaba a la esquina sur,
toda la calle se vertió, desesperada y rápida, hasta ella.

El jinetero estafador, la vendedora de cigars,
Dos serenos que iban a trabajar, lejos!
Un almendrón desenfrenado de color fucsia,
Tres futuros chefs cocineros en sus uniformes,
Una mama y un papa llantas, un curador de bienal
y suyo artista mui amigo, el cual le gusta el capital
mucho más que el capitalismo, la chimenea de la fábrica,
que se torció al punto de que caeron dos o tres ladrillos.
Hasta la puerta de dragones se viraron cabezas,
y los que estaban en el malecón se callaron, un momentico.

Mientras eso, sus cadenas avanzaban, indómitas,
su sombra en diagonal por la calle
- un corte triangular sobre las fachadas, negro, igualitario.

Ah, pitonisa de Neptuno! A todos les silbaba la lengua y trocaban los ojos.


A.